Es el 1965 cuando Attilio Caroli y Gilda Nuzzolese deciden hacer en Santa Maria di Leuca una nueva apuesta.
Attilio, natural de Taurisano, centro agrícola de la zona de Leuca, y Gilda, maestra, que desde Bari llegó en Taurisano para trabajar, eran recién llegados en la industria de la hospitalidad; con el padre Cosimo y los hermanos, Attilio estaba al tanto de la explotación agrícola familiar que, no sólo produzia vino y aceite sino también era bien conocida por la recogida de los higos secos que otras empresas de transformación utilizaban para producir destilados y sucedáneos de café, exportados hasta el mercado austríaco.
Gracias a la ayuda de la hija Maria Domenica y del yerno Mario, cirujano que se unió a la hostelería, después del Hotel Terminal de Santa Maria di Leuca, continúan en 1976 con la compra y la ultimación del complejo Le Sirenuse en Gallipoli. Estamos en el comienzo de la industria del turismo en Salento y las excelentes relaciones con agentes de viajes italianos y operadores turísticos extranjeros, confirman que la apuesta se ha ganado. Con celo y presencia constante, Attilio y Gilda administran, apoyados por eficientes colaboradores, algunos de los cuales todavía están en servicio hoy en día, las empresas hoteleras.
Con la llegada de la tercera generación de la familia Caroli-Caputo, Annamaria, Attilio, Gilda y Pierluigi, y la adquisición de nuevos hoteles, en Gallipoli el hotel Joli Park y el Bellavista Club, y en Santa Maria di Leuca Villa La Meridiana, nace Caroli Hotels que tiene la gestión de más de mil camas, comercializa, con el hierro de Caroli House & Boat, bienes de excelencia en Puglia y chárter en velero y con La Dispensa di Caroli promueve las delicias enograstrómicas del Salento, recuperando la tradición familiar, en una feliz unión higos-hotelería.
Y ahora la cuarta generación de la familia representada por los bisnietos de Attilio, Mario y Gabriele, continúa la tradición innovando con nuevas ideas.