
Dunas súper suaves y juegos de viento: la playa de la ensenada de Torre del Pizzo es un espectáculo de naturaleza que se renueva cada día donde la brisa del mar te envuelve en un abrazo de un año. Recomendado para paseos interminables por la playa y para una talasoterapia estimulante, incluso en el dulce invierno: una maravilla de espacio y pureza donde puede esperar en silencio el amanecer, sentir la energía del sol que lo vigoriza a cualquier hora del día y donde en la noche, en los colores del fuego de la puesta del sol, descubre abrazar la emoción de la belleza absoluta.